Estimados camaradas de cofradía intelectual y pensamiento, os dejo una pequeña recapacitación que surgió en un lugar inesperado, o al menos no tan apropiado el pasado 3 de junio del 2008.
Para muchos de ustedes pudo haber sido una reunión típica o un “gathering” especial por el “passo avanti” de nuestro colega Oscar Pérez, al cual le atribuyo una grata felicitación, y en la que se lamentó la ausencia de los demás entrañables camaradas, sin embargo, para mí fue un momento clave, o por lo menos significativo para llegar a pensar en un futuro no muy lejano al cual todos estamos próximos inevitablemente y no se le puede hacer caso omiso; entiéndase como a la toma de decisiones para forjar nuestro porvenir.
Antes que nada me permito agradecer a Andrés PLR, Alejandro CB, Erick KM y Jorge OE los cuales me ayudaron a llegar a esta reflexión aquel día y a los no mencionados por el solo hecho de ser mis amigos y compañeros de vida.
Como ustedes saben en nuestro círculo de amigos ronda una amplia gama de temas de discusión por lo cual me siento tranquilo, y creo que todos concuerdan con mi opinión. Todo esto debido a la variedad de profesiones y/o experiencias adquiridas a lo largo de nuestra convivencia.
Aquella noche cálida, rodeada de singular alegría, alcohol y folklor, Andrés inició el tópico sobre la incertidumbre de elección laboral con el cual me vi reflejado automáticamente; selección, descarte, depuración y omisión de posibilidades laborales y por otro lado con Alejandro surgió el comentario de la independencia y la búsqueda de un lugar apropiado donde vivir. Con cierto asombro me sentí envuelto junto con ustedes en una atmósfera de madurez, una burbuja independiente a lo exterior en la cual todos estábamos en interacción mutua.
Esto es el corazón de éste escrito; se ha llegado a una madurez donde se platican términos que aunque no lo parezcan son de fundamental importancia para cada uno de nosotros, y buscamos compartirlos con lo demás, para adquirir algún consejo, comentario y/o burla que nos ayudará para llegar a la toma de una decisión, sea errada o acertada, pero que será recapacitada con criterio, y el algún momento podamos dar algún agradecimiento como el que estoy haciendo en este momento.
Al tomar una decisión concreta estamos a punto de “fare un passo avanti” (dar un paso adelante), cabe destacar que hago uso de éste término italiano no por malinchismo, sino para crear algún tipo de interés y originalidad y no caer en la banalidad que pueda tener este escrito, por lo que con éste vocablo me refiero a recalcar el limbo entre la acción del pensar y el hacer.
Sea cual sea nuestra decisión, si ha sido influenciada o autosuficiente creo que la consecuencia que tenga el fare un passo avanti, es lo que define la calidad de nuestros actos y por muy banales, triviales o grandiosos que sean merecen apogeo.
Con todo esto quiero llegar, a que me siento orgulloso y admirado de ustedes por sus decisiones, logros y próximos desempeños en la vida, dejándome decir las siguientes palabras:
¡Gracias por su amistad y “facciamo un passo avanti” que vamos a por todo!!!
Bueno pues una profunda disculpa si usé este medio para dar a conocer una opinión personal, pero creo que puede ser una forma motivante para reflexionar todas las posibilidades antes de tomar una decisión y pasar a “fare un passo avanti”.
Jesús González Torres
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